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Preguntas frecuentes sobre el euro digital

Actualizado el 4 de septiembre de 2024

P1. ¿Por qué necesitaría Europa un euro digital?

La digitalización está cambiando la forma en que pagamos. El uso de efectivo para realizar pagos está disminuyendo y la pandemia de coronavirus (COVID-19) ha acelerado la transición hacia el comercio electrónico y los pagos digitales. El euro digital sería una forma electrónica de efectivo para un mundo digitalizado. Daría a los consumidores la posibilidad de utilizar dinero de banco central en formato digital, como complemento de los billetes y de las monedas.

El euro digital facilitaría la vida de los ciudadanos ofreciendo algo que no existe en la actualidad: un medio de pago digital universalmente aceptado en toda la zona del euro, para los pagos en tiendas, en Internet y de particular a particular. Al igual que el efectivo, el euro digital no tendría riesgos, sería ampliamente accesible, fácil de utilizar y gratuito para sus funciones básicas.

Además, reforzaría la autonomía estratégica y la soberanía monetaria de la zona del euro, al mejorar la eficiencia del ecosistema europeo de pagos en su conjunto, fomentar la innovación y aumentar su resiliencia frente a posibles ciberataques o disrupciones técnicas, como cortes de electricidad.

Más información sobre por qué necesitamos un euro digital.

P2. ¿Cómo podría contribuir el euro digital a la autonomía estratégica de Europa?

El euro digital ofrecería una solución paneuropea de pagos, disponible en toda la zona del euro, sujeta a la gobernanza europea. Por tanto, podría contribuir a reducir la dependencia europea de los proveedores de pagos privados de fuera de Europa, actuando como contrapeso a su posición dominante en el mercado. A su vez, el euro digital haría que el panorama de pagos europeo fuera más competitivo e innovador, proporcionando una plataforma que permitiría a los proveedores de servicios de pago ofrecer soluciones paneuropeas propias.

En general, el éxito del euro digital podría convertir a Europa en líder mundial de las finanzas digitales y de las monedas digitales de banco central.

P3. ¿El euro digital sustituiría al efectivo?

No. Sería un complemento del efectivo, no un sustituto. El euro digital existiría en paralelo al efectivo en respuesta a la creciente preferencia de los consumidores por pagar digitalmente, de manera rápida y segura. El efectivo seguiría estando disponible en la zona del euro, al igual que otros medios de pago electrónicos privados que se utilizan actualmente.

P4. ¿Sería el euro digital una moneda alternativa en el Eurosistema?

No, sería otra forma de pagar en euros, nuestra moneda única, en Europa. Sería convertible a la par con los billetes. El euro digital respondería a la creciente preferencia de los ciudadanos y de las empresas por los pagos digitales.

P5. ¿En qué estado se encuentra actualmente el proyecto del euro digital?

Tras una fase de investigación de dos años, el Consejo de Gobierno del BCE decidió pasar a una fase de preparación, que comenzó el 1 de noviembre de 2023.

La fase de preparación se centra en continuar desarrollando y probando el euro digital, en consonancia con las opciones de diseño y los requisitos técnicos definidos durante la fase de investigación.

En este contexto, el Eurosistema está llevando a cabo numerosos análisis, pruebas y experimentos, y consultando a las partes interesadas, para asegurar que el euro digital cumpla los estándares más rigurosos de calidad, seguridad y facilidad de uso.

La fase actual durará dos años, hasta final de 2025, momento en el que el Consejo de Gobierno decidirá si se pasa a la siguiente fase de los preparativos, en cuyo caso definiría su alcance y duración.

El Consejo de Gobierno no considerará una decisión sobre la emisión del euro digital hasta que se haya adoptado la legislación pertinente.

P6. ¿Cómo participan en el proceso los legisladores europeos?

El 28 de junio de 2023, la Comisión Europea presentó un proyecto de propuesta legislativa para un posible euro digital. El objetivo es garantizar que un posible euro digital ofrezca a particulares y empresas una opción adicional de pago digital utilizando una forma de dinero de banco central ampliamente aceptada, barata, segura y resiliente en cualquier lugar de la zona del euro.

Ambos procesos —el legislativo y el de diseño— avanzarán en paralelo para que el Eurosistema pueda emitir rápidamente un euro digital, siempre y cuando la decisión se estime oportuna una vez que se haya adoptado el marco legislativo pertinente.

El Eurosistema estudiará todos los ajustes necesarios de las opciones de diseño de un euro digital que pudieran surgir de las deliberaciones legislativas. El BCE también está preparado para proporcionar el apoyo y la asistencia técnica necesarios durante el proceso legislativo.

El Consejo de Gobierno no decidirá sobre la emisión del euro digital hasta que se haya adoptado el acto jurídico.

P7. ¿Quién participa en el proyecto del euro digital?

El Eurosistema —integrado por el BCE y los bancos centrales nacionales de la zona del euro— debe garantizar que el euro digital responda a las necesidades de los usuarios. Por ello, el Eurosistema mantiene contactos periódicos con autoridades, legisladores, participantes en el mercado y organizaciones de la sociedad civil, así como con los ciudadanos, que son quienes, en definitiva, utilizarán el euro digital.

Estos contactos tienen lugar en diferentes contextos, como el Consejo de Pagos Minoristas en Euros, foro presidido por el BCE que reúne a partes interesadas del mercado de pagos, o el Grupo de Trabajo sobre Normas de Funcionamiento, integrado por representantes de los bancos centrales del Eurosistema y del mercado europeo de pagos minoristas (ver P20).

El BCE también mantiene contactos periódicos con:

  • empresas privadas, que aportan comentarios sobre los aspectos técnicos de un euro digital sobre la base de sus conocimientos del mercado y experiencia;
  • organizaciones europeas de la sociedad civil en el marco de seminarios, para escuchar sus puntos de vista y fomentar un diálogo abierto;
  • posibles usuarios finales a través de encuestas, entrevistas y grupos focales, para comprender sus necesidades y preferencias.

El BCE participa regularmente en las reuniones del Eurogrupo con los ministros de Hacienda de los países de la zona del euro y presenta las últimas novedades del proyecto sobre el euro digital al Parlamento Europeo.

En el pasado, también se recogieron comentarios a través del Grupo Consultivo de Mercado, integrado por expertos que aportaron sus puntos de vista sobre el diseño de producto y la distribución de un euro digital durante la fase de investigación.

Más información sobre la gobernanza del proyecto y la participación de las partes interesadas.

P8. ¿Quién podría utilizar el euro digital?

Como se indica en la propuesta legislativa presentada por la Comisión Europea, el euro digital se pondría a disposición de personas, empresas y entidades públicas que residan o estén establecidas de forma temporal o permanente en un Estado miembro de la zona del euro.

Las personas que viajan a la zona del euro por motivos personales o profesionales, o que hayan residido o estado establecidos en el pasado en un país de la zona, también podrían tener acceso al euro digital.

Además, las personas, las empresas y las entidades públicas residentes o establecidas fuera de la zona del euro podrían tener acceso al euro digital abriendo una cuenta en euros digitales con proveedores de servicios de pago establecidos o que operen en un país miembro del Espacio Económico Europeo o en un tercer país, con arreglo a un acuerdo previo celebrado entre la UE y terceros países y/o entre el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales de Estados miembros no pertenecientes a la zona del euro o de terceros países.

P9. ¿Por qué desearían utilizar el euro digital los consumidores?

El euro digital sería una solución de pago que podría utilizarse en cualquier ocasión, momento y lugar de la zona del euro. Sería un medio de pago digital universalmente aceptado que los consumidores podrían utilizar gratuitamente en las tiendas, en Internet o de particular a particular. Daría a los ciudadanos la opción de pagar digitalmente utilizando un medio de pago del banco central, que estaría disponible tanto online como offline.

Su diseño proporcionaría un nivel de privacidad superior al habitual de otros métodos de pago digitales. El Eurosistema no identificaría a personas por sus pagos. Además, solo el ordenante y el beneficiario conocerían los datos personales de los pagos offline con euros digitales.

El euro digital sería seguro y fácil de utilizar y trataría de promover la inclusión financiera digital garantizando que nadie se quede atrás. Satisfaría las necesidades de las personas con discapacidad y de quienes no tienen acceso a una cuenta bancaria o carecen de conocimientos digitales o financieros.

Para garantizar que el euro digital sea utilizable y accesible en toda la zona del euro, el proyecto de propuesta legislativa presentado por la Comisión Europea prevé que tanto su aceptación por los comerciantes como su distribución por los intermediarios supervisados a sus clientes sean obligatorias.

P10. ¿Qué ventajas aportaría el euro digital a los comerciantes?

El euro digital sería una solución auténticamente paneuropea, aceptada en toda la zona del euro. Podría ofrecer una alternativa más sencilla y más barata al actual panorama de pagos fragmentado en el que operan los comerciantes. Estos se encontrarían en una posición más ventajosa para negociar mejores condiciones con los proveedores de soluciones de pago y reducir sus propios costes.

Con el euro digital, los comerciantes también podrían beneficiarse de unas tasas de conversión más elevadas. Esto es especialmente importante para las compras en Internet, ya que es menos probable que los clientes dejen de realizar una compra si están familiarizados con el instrumento de pago. Además, el euro digital también permitiría a los comerciantes recibir pagos de forma inmediata sin costes adicionales.

P11. ¿Qué ventajas aportaría el euro digital a los intermediarios?

Los intermediarios supervisados, como los bancos, tendrían un papel fundamental en la distribución del euro digital. Serían el punto de contacto principal para particulares, comerciantes y empresas en todas las cuestiones relacionadas con el euro digital y prestarían todos los servicios de usuario final.

El euro digital permitiría a los intermediarios llegar de forma inmediata a toda la zona del euro, a diferencia de la mayoría de las soluciones privadas, que suelen centrarse en mercados nacionales específicos. Por tanto, el euro digital podría servir de plataforma para promover una mayor innovación y competencia entre los intermediarios en los crecientes mercados de comercio electrónico y pagos digitales en toda la zona del euro.

El euro digital también podría ofrecer oportunidades de negocio adicionales a los intermediarios. Por ejemplo, como propone el Eurosistema, si los comerciantes de fuera de la zona del euro desearan operar en euros digitales, necesitarían una cuenta con un proveedor de servicios de pago de la zona del euro.

Además, el modelo de compensación en euros digitales contemplado actualmente en el proyecto de propuesta legislativa de la Comisión Europea ofrece a los intermediarios incentivos económicos comparables a otros medios de pago digitales. A este respecto, el euro digital también abre la puerta a que los intermediarios inviertan en otros servicios de valor añadido para sus clientes.

P12. ¿Tendrían que pagar los ciudadanos por utilizar el euro digital?

El euro digital sería un bien público. En consecuencia, su uso básico sería gratuito para los usuarios individuales.

Los bancos y los proveedores de servicios de pago podrían ofrecer a sus clientes servicios adicionales por los que les cobrarían un recargo. Estos servicios adicionales, como la posibilidad de dividir la cuenta entre varios amigos o de realizar pagos recurrentes, harían al euro digital aún más atractivo para sus usuarios.

P13. ¿Cómo funcionaría el euro digital?

El euro digital permitiría a los ciudadanos efectuar pagos inmediatos y seguros en tiendas físicas y electrónicas, y entre particulares, independientemente del país de la zona del euro en el que estén o de su proveedor de servicios de pago. El BCE está estudiando actualmente su posible funcionamiento en la práctica.

El primer paso sería crear un monedero en euros digitales a través de tu banco o de una oficina de correos.

Cuando hayas creado el monedero en euros digitales, podrías poner dinero en él a través de una cuenta bancaria vinculada o depositando efectivo. A continuación, podrías empezar a realizar pagos utilizando los euros digitales que tienes en tu monedero.

Cada vez que recibieses dinero en euros digitales, podrías conservarlo en el monedero en euros digitales, hasta un determinado límite, o depositarlo en tu cuenta bancaria. Podrías hacerlo manual o automáticamente.

Los pagos en euros digitales siempre serían seguros e inmediatos tanto en tiendas físicas como electrónicas y entre particulares.

El euro digital ofrecería funcionalidades online y offline, por lo que podrías utilizarlo incluso con poca o ninguna cobertura. Además, en los pagos offline, solo el ordenante y el beneficiario conocerían la información personal de la operación, lo que proporcionaría un nivel de privacidad similar al del efectivo.

Más información sobre cómo funcionaría un euro digital.

P14. ¿Cuál sería el nivel de privacidad del euro digital?

La privacidad es una de las características más importantes del diseño del euro digital.

El diseño del euro digital incluye una modalidad offline que ofrecería a los usuarios un nivel de privacidad similar al del efectivo, tanto para pagos entre particulares como para pagos en tiendas físicas. En la modalidad offline no compartirías los datos personales de la operación con los proveedores de servicios de pago (PSP), con el Eurosistema, ni con ningún posible proveedor de servicios de apoyo.

En los pagos online se aplicaría un nivel de privacidad en el que ni siquiera el Eurosistema, que es el emisor y el proveedor de la infraestructura de pagos, podría vincular directamente la operación con personas concretas.

Más información sobre el euro digital y la privacidad.

P15. ¿Cómo garantizaría el BCE que el euro digital sea inclusivo?

El euro digital sería un bien público, como lo son actualmente los billetes y las monedas, pero en formato digital.

Su uso básico sería gratuito, a través de una aplicación para teléfonos móviles o de una tarjeta física, para quienes deseen utilizarlo. El euro digital también funcionaría sin conexión a Internet, en caso de que los usuarios tuvieran una conectividad limitada.

La propuesta legislativa presentada por la Comisión Europea establece que las entidades de crédito que distribuyan el euro digital estarían obligadas a prestar servicios básicos gratuitos para pagos en euros digitales si lo solicitan sus clientes.

Además, para garantizar que todos, incluidas las personas con discapacidad, con limitaciones funcionales o con capacidades digitales limitadas, así como los mayores, puedan pagar utilizando el euro digital, se designarán en cada país de la zona del euro entidades públicas, como las oficinas de correos, que proporcionarían apoyo y acceso gratuitos a los servicios en euros digitales a las personas vulnerables a la exclusión financiera digital, por ejemplo, apoyo presencial y asistencia específica para abrir una cuenta en euros digitales y utilizar todos los servicios básicos en euros digitales. El acceso gratuito a los servicios básicos en euros digitales también se ofrecería a quienes no dispongan de cuenta bancaria.

Además, se prestará especial atención a la inclusión de grupos vulnerables, como personas sin domicilio fijo, solicitantes de asilo o beneficiarios de protección internacional.

El euro digital estaría diseñado para satisfacer las necesidades de todos, y no dejaría a nadie atrás.

P16. ¿Sería el euro digital dinero programable?

El euro digital nunca sería dinero programable.

El dinero programable es una forma digital de dinero prevista para un fin predefinido, como un vale, que puede usarse con limitaciones sobre el lugar, el momento y el beneficiario del pago.

Como también prevé la propuesta legislativa sobre el euro digital presentada por la Comisión Europea, el euro digital no sería dinero programable, pero podría facilitar los pagos automatizados si los usuarios desean utilizar esta función. Por ejemplo, un usuario podría ordenar un pago mensual automático para transferir instantáneamente euros digitales a familiares o amigos.

P17. ¿Se compensaría a los intermediarios por distribuir el euro digital?

A la espera de legislación definitiva, el Eurosistema propone un modelo de compensación que crearía incentivos económicos justos para los proveedores de servicios de pago, como los bancos, para hacer frente a los costes operativos de la distribución del euro digital.

Como ocurre actualmente con otros sistemas de pago, los proveedores de servicios de pago que distribuyan el euro digital podrían cobrar a los comerciantes por estos servicios. La fijación de precios para comerciantes y proveedores de servicios de pago estaría sujeta a un límite máximo, tal como propone la Comisión Europea en su propuesta legislativa sobre el euro digital.

Al igual que para la producción y emisión de los billetes, el Eurosistema asumiría los costes de establecimiento del esquema y la infraestructura del euro digital. Asimismo, el Eurosistema trataría de reducir al mínimo los costes de inversión adicionales para los intermediarios reutilizando en la medida de lo posible las infraestructuras existentes.

P18. ¿Puede el euro digital suponer una amenaza para la estabilidad financiera al comprometer la capacidad de intermediación de los bancos?

Nuestro sistema financiero, cuyo núcleo es el sistema bancario, funciona correctamente, y el Eurosistema desea preservar el papel clave que desempeñan los bancos para garantizar una provisión eficiente de crédito a la economía real.

El BCE ha adoptado las siguientes decisiones de diseño para reducir al mínimo cualquier posible riesgo que el euro digital pueda plantear para el sistema financiero.

  • La cantidad de euros digitales que los usuarios podrían mantener en sus carteras sería limitada. Con ello se aseguraría que el euro digital sea un depósito de valor seguro, similar al efectivo, lo que preservaría la estabilidad de nuestro sistema financiero y evitaría fugas de depósitos bancarios, incluso en momentos de crisis.
  • Vinculando su monedero en euros digitales a una cuenta bancaria, los usuarios podrían efectuar pagos por encima del límite de tenencias y cubrir cualquier descubierto inmediatamente sin necesidad de cargar previamente su monedero en euros digitales (suponiendo que disponen de fondos suficientes en la cuenta vinculada).

Como el efectivo, las tenencias de euros digitales no generarían intereses.

P19. ¿Cómo garantizaría el BCE que los pagos con euros digitales funcionen de la misma manera en cualquier lugar de la zona del euro?

Los intermediarios supervisados, por ejemplo, los bancos de la zona del euro, se encargarían de la distribución del euro digital. Para garantizar que el esquema del euro digital se aplique de manera uniforme en toda la zona del euro, el Eurosistema está diseñando las normas de funcionamiento del euro digital, un conjunto único de reglas, prácticas y procedimientos para armonizar los pagos en euros digitales que asegurarán un alcance paneuropeo.

P20. ¿Cómo se están elaborando las normas de funcionamiento del euro digital?

El Eurosistema ha creado un Grupo de Trabajo sobre Normas de Funcionamiento encargado de elaborar dichas normas y recabar comentarios de las distintas partes interesadas.

El Grupo, integrado por representantes de los bancos centrales del Eurosistema y del mercado europeo de pagos minoristas, incluidas asociaciones de consumidores, comerciantes e intermediarios, está trabajando sobre la base de las opciones de diseño para el euro digital que ya han sido aprobadas por el Consejo de Gobierno del BCE.

Se han creado líneas de trabajo específicas dentro del Grupo con el fin de trabajar en determinadas secciones de las normas de funcionamiento que requieren conocimientos técnicos concretos.

Más información sobre las normas de funcionamiento del euro digital.

P21. ¿Cuál sería la relación entre los pagos inmediatos y el euro digital?

En la actualidad, los consumidores rara vez tienen la opción de utilizar pagos inmediatos en las tiendas, lo que también significa que los comerciantes no reciben su dinero de inmediato. El euro digital cambiaría esta situación y todos los pagos en euros digitales pasarían a ser inmediatos.

Si el conjunto único de reglas, prácticas y procedimientos para el euro digital se aprueba y, en consecuencia, se implanta, podrían seguir desarrollándose soluciones de pagos inmediatos para llegar a todos los países de la zona del euro, lo que reduciría la dependencia de las empresas privadas no europeas que dominan actualmente el sector de los pagos.

P22. ¿Se basaría el euro digital en una tecnología de registros distribuidos (distributed ledger technology) como blockchain?

El Eurosistema está experimentando diferentes tecnologías —tanto centralizadas como descentralizadas— para el desarrollo del euro digital, incluidas las tecnologías de registros distribuidos. Sin embargo, todavía no se ha adoptado una decisión.

P23. ¿La introducción del euro digital haría que los pagos en Europa fueran más vulnerables a los ciberataques?

Como ocurre con otras infraestructuras digitales, el euro digital podría ser objetivo de ciberataques. Para mitigar ese riesgo, en su diseño se utilizarían las últimas tecnologías para crear un entorno ciberresiliente y preparado para el futuro.

P24. ¿Cuál sería la diferencia entre el euro digital y las stablecoins y los criptoactivos?

El euro digital sería dinero de banco central, es decir, estaría respaldado por un banco central y estaría diseñado para satisfacer las necesidades de las personas que lo utilizan. Por tanto, estaría libre de riesgos y respetaría la privacidad y la protección de datos. Los bancos centrales tienen el mandato de mantener el valor del dinero, con independencia de su forma física o digital.

La estabilidad y la fiabilidad de las stablecoins dependen en última instancia de la entidad que las emite, así como de la credibilidad y aplicabilidad de su compromiso de mantener su valor a lo largo del tiempo. Además, los emisores privados podrían utilizar los datos personales para fines comerciales.

Dado que no existe una entidad reconocida responsable de los criptoactivos, los consumidores no pueden hacer valer sus derechos.