Hemos bajado los tipos de interés. ¿Por qué lo hemos hecho y qué significa para ti?
6 de junio de 2024
Los precios ya no están subiendo tan rápido y la inflación está en la senda adecuada para volver a nuestro objetivo del 2 %. En consecuencia, el Consejo de Gobierno ha rebajado recientemente los tipos de interés, tras haberlos mantenido en niveles elevados durante nueve meses.
¿Por qué hemos bajado los tipos de interés?
Somos el banco central del euro y tenemos el mandato de mantener los precios estables. Cuando la inflación era demasiado elevada —es decir, cuando los precios en nuestra economía estaban aumentando demasiado rápido— subimos los tipos de interés para ayudar a que bajasen. Iniciamos nuestras subidas de tipos en julio de 2022 y continuamos hasta septiembre de 2023.
Nuestro objetivo es mantener la inflación en el 2 % a medio plazo. Ahora que la inflación se está acercando al objetivo, ya no es necesario que los tipos sigan siendo tan altos.
No obstante, los mantendremos en niveles que aseguren que la inflación vuelva al 2 % en el momento adecuado y que no se quede «atascada» en un nivel elevado. Esto es muy importante, puesto que la inflación elevada dificulta la vida a los ciudadanos y a las empresas.
¿Qué son los tipos de interés?
El tipo de interés es el coste de un préstamo (a veces se dice que es el «precio del dinero»). Por ejemplo, cuando pides un préstamo a un banco primero tienes que acordar el tipo de interés que pagarás, que normalmente es anual. Si te prestan 10.000 euros a un tipo anual del 5 %, además de devolver el importe del préstamo, tendrás que pagar al banco 500 euros al año. Por tanto, el tipo de interés es, básicamente, lo que el banco cobra por prestar dinero.
Pero esto también funciona en la otra dirección: el tipo de interés es el dinero que el banco te paga por tus ahorros, es decir, cuando «prestas» dinero al banco. Por ejemplo, si depositas 1.000 euros en una cuenta de ahorro a un tipo anual del 3 %, al final del año recibirás 30 euros en intereses.
¿Qué hace que los tipos de interés varíen?
Los tipos que fija el BCE influyen mucho en los tipos que los bancos ofrecen a los particulares y a las empresas. Así, cuando el BCE cambia los tipos de interés, los tipos aplicados a los préstamos y a los depósitos reflejan, por lo general, estos cambios.
Pero los tipos de los préstamos y de los depósitos también se ven afectados por la demanda y la oferta de crédito: dicho de otra forma, cuánto quieren gastar e invertir los particulares y las empresas y cuánto crédito hay disponible.
Los mercados de otros bienes y servicios funcionan de forma similar. Por ejemplo, si muchas personas quieren comprar fresas, pero no hay muchas (porque no es la temporada), sus precios suben.
Igualmente, cuando los particulares y las empresas quieren gastar e invertir, pero no pueden obtener crédito fácilmente, los tipos de interés tienden a subir y obtener dinero prestado es cada vez más caro. En cambio, cuando los particulares y las empresas tienen mucho dinero en el banco, los tipos tienden a bajar.
El BCE es el banco central del euro. Nosotros no fijamos los intereses que pagas por tu préstamo o que recibes por tu depósito, pero sí influimos en ellos.
Fijamos los denominados tipos de interés oficiales, es decir, los «tipos de política monetaria», que son los que cobramos a los bancos por los préstamos que nos piden y por el dinero electrónico que depositan a un día en el BCE.
Nuestras decisiones de modificar los tipos de interés oficiales se reflejan en toda la economía, incluidos los tipos de las hipotecas, de los préstamos bancarios y de los depósitos bancarios.
El Consejo de Gobierno del BCE adopta decisiones sobre los tipos de interés oficiales aproximadamente cada seis semanas.
¿Cómo afectan los tipos de interés oficiales del BCE a la inflación?
Si la inflación es demasiado alta, podemos subir los tipos de interés para que el crédito sea más caro. Con ello, la economía se enfriará, las expectativas de inflación se moderarán y la inflación se reducirá.
Si la inflación es demasiado baja, podemos recortar los tipos de interés para que el crédito sea más barato y estimular la inversión y el gasto, lo que aumenta la inflación.
En los últimos años, la inflación ha sido demasiado alta. Los precios han subido mucho, especialmente los de la energía y los alimentos. Uno de los motivos fue la invasión rusa de Ucrania. Además, muchas empresas tuvieron más dificultades para conseguir los materiales, las piezas de repuesto y la mano de obra que necesitaban, lo que agravó los problemas que ya existían como consecuencia de la pandemia.
Utilizar los tipos de interés de manera decidida también mantiene las expectativas de inflación bajo control.
Nuestras subidas de los tipos de interés han contribuido a reducir la inflación al enfriar la demanda y enviar el mensaje de que tenemos la determinación de asegurar que la inflación vuelva a nuestro objetivo del 2 %:
Para los bancos centrales es importante hacer un seguimiento de la forma en que los particulares y las empresas creen que evolucionarán los precios en el futuro, es decir, las expectativas de inflación. Si los ciudadanos creen que la inflación será elevada durante mucho tiempo, es más probable que pidan incrementos salariales y, a su vez, las empresas podrían subir los precios para proteger sus beneficios. Como resultado, las expectativas de inflación pueden llevar a una espiral de precios y salarios. No permitiremos que esto ocurra.
Ajustando los tipos de interés cuando la inflación es demasiado alta o demasiado baja, damos a las empresas, los trabajadores y los inversores confianza en que la inflación se situará en nuestro objetivo del 2 % a medio plazo. Este compromiso —respaldado por nuestra actuación— ayuda a anclar las expectativas de que la estabilidad de precios se mantendrá. Este es otro motivo por el que podemos bajar ahora los tipos de interés de forma segura.